Didáctica. Ana María Fontenla y María Luz Valencia. Sesión de debate (8 de febrero de 2018)
La última entrada del máster corresponde a la última sesión de la asignatura, en la que realizamos un debate abordamos tres temas: el uso de las tecnologías en clase, especialmente del móvil, el uso de la lengua materna en clase y los deberes.
En
cuanto al uso de las tecnologías y el móvil en clase, pienso que, en general,
es positivo. La educación tiene que mirar al futuro, no al pasado, ni siquiera
al presente (no olvidemos lo rápido que avanza el mundo últimamente), y la
tecnología es, cada vez más, el futuro.
Ahora
bien, en el debate se comentó que, como todavía no hemos visto los resultados
de una educación basada en un mayor uso de las tecnologías, quizás deberíamos
ser prudentes a la hora de usar tanta tecnología en el aula. Puede ser cierto, no
lo sé, pero también es verdad que los resultados de la “enseñanza tradicional”
no son los mejores. Ahora mismo estoy pensando en el caso de Finlandia, que
hace un tiempo causó bastante revuelo cuando anunció que los estudiantes ya no
tendrían que aprender la caligrafía ligada (esa que aprendemos en el colegio
pero que después nadie utiliza porque desarrolla su propio estilo) y, en su
lugar, se potenciaría la mecanografía. No se trata de eliminar la caligrafía
(escribir a mano es muy importante para adquirir destrezas y memoria), sino de fomentar
también el uso de un teclado, que realmente les será más útil a los estudiantes
en su vida laboral. Como decía más arriba, quizás es demasiado pronto para
saber cómo pueden afectar estos cambios al aprendizaje, pero creo hay que
arriesgar ya que todo en la vida cambia, incluso tradiciones que creíamos más inmutables,
y la educación no puede ir nunca por detrás.
En
cuanto al uso del móvil, es evidente que implica muchos peligros en clase
(desconcentración, que los estudiantes graben y publiquen los vídeos o fotos de
sus compañeros o del profesor…). Sin embargo, pienso que, en lugar de prohibir
su uso en la clase o incluso en todo el centro, deberíamos enseñar a los
estudiantes a usarlo con responsabilidad. Eso sí que es Educación.
En
segundo lugar, con respecto al uso de la lengua materna en clase, tengo la
impresión de que en el debate la mayoría estaba (casi) completamente en contra
del uso de la lengua materna. Yo, sin embargo, no lo estoy. Si bien hace años
parecía que el uso de la L1 estaba prohibido tajantemente, cada vez hay más autores
que defienden el uso adecuado de la L1 en ciertas situaciones, como en
ejercicios contrastivos de explicaciones gramaticales. Se me ocurre un ejemplo
que utilizo casi siempre con mis estudiantes de español: la perífrasis llevar +
gerundio. El alumno comprende y asimila mejor la construcción cuando reflexiona
sobre el equivalente en su idioma (o en inglés, si no comparten lengua materna).
Cuando se dan cuenta de que para decir “I have been learning Spanish for two
months” en español debemos decir “Llevo dos meses aprendiendo español”, en mi
opinión, se frustran menos y lo recuerdan mejor.
Por
último, sobre el uso de los deberes, creo que sí son útiles pero con cierta mesura.
En mi opinión, debemos respetar el tiempo libre de los alumnos y permitir que
tengan tiempo para disfrutar con su familia, con sus amigos, haciendo deporte...
Los deberes son necesarios para asentar conocimientos y “ganar tiempo” (por
ejemplo, para no perder tiempo en clase redactando un comentario), pero creo
que debería haber un acuerdo entre los profesores de las diferentes asignaturas,
de forma que los estudiantes no necesiten más de una hora, por ejemplo, para
hacer los deberes. En el caso de que un estudiante necesite un refuerzo extra,
se le puede pedir un poco más de esfuerzo en casa, pero pienso que no debería
ser la norma.
Hasta
aquí mis impresiones y conclusiones con respecto a los temas abordados en el
debate. He de decir que eran opiniones que ya tenía antes de esta sesión y no
han cambiado. Seguramente con el tiempo y la experiencia mi postura vaya
evolucionando y ojalá sea así, significaría que reflexiono sobre mi actuación
docente y estoy dispuesta a modificar cualquier aspecto para mejorarla.
Penso que non é preciso "arriscar" para innovar, hai que ser prudentes na introducción de todo tipo de novedades e valorar pros e contras, xa que un error garrafal pode ter consecuencias moi negativas. E non me refiro só á tecnoloxía. Estou dacordo contigo en que temos que incorporar todos os instrumentos que podan contribuir a unha mellora da educación, mesmo os que poden resultar difíciles de manexar, pero con tino e control.
ResponderEliminarTu experiencia futura te hará cambiar de opinión o te reafirmará más en lo que opinas ahora. No hay una norma establecida.
ResponderEliminarPor cierto, no he encontrado tu entrada sobre la sesión correspondiente a secciones bilingües y auxiliares de conversación.
Suerte en las prácticas.