Didáctica. María Luz Valencia. Sesión 4 (7 de febrero de 2018)

El pasado 7 de febrero tuvimos dos sesiones diferenciadas de clase. En la primera sesión, con la profesora María Luz Valencia, tratamos las tutorías y los grupos de PMAR.

Por un lado, me pareció interesante la idea de hacer las tutorías en lengua extranjera. Nunca lo había pensado y pensaba que no sería posible, pero hay muchas cosas que se pueden hacer en una lengua extranjera: rellenar cuestionarios, realizar actividades para crear grupo y establecer relaciones, incluso tratar temas más complejos como el machismo, el cambio climático, el acoso escolar… De todas formas, considero que no todos los grupos pueden tener el nivel adecuado para realizar estas actividades en lengua extranjera. En estos casos, se puede utilizar la lengua extranjera para una parte y dejar que los alumnos utilicen la lengua materna en los momentos más “críticos”, cuando realmente sea necesario que los alumnos expresen sus sentimientos u opiniones.

Por otro lado, en cuanto a los grupos de PMAR, de los que no habíamos hablado prácticamente nada durante el máster, he de decir que me parece un desafío enorme pero muy gratificante para un profesor.

Los grupos de PMAR (Programa de Mejora del Aprendizaje y Rendimiento) son grupos que, aunque son muy diferentes entre sí, tienen unas características comunes: diversidad (de nivel, de madurez, de procedencia…), desmotivación, carencias de aprendizaje, falta de hábito de trabajo y problemas (familiares, sociales, económicos…). Estas características son, sin duda, grandes obstáculos para el profesor.

Los grupos son completamente diferentes cada curso, por lo que cada año es necesario realizar una pre-evaluación y una programación nueva. Esta, además, debe de ser abierta y flexible a los posibles cambios que se den.

La gratificación ha de ser más inmediata, por lo que hemos de trabajar con tareas y proyectos cortos, que permitan a los estudiantes ver el resultado de su aprendizaje cada día.

Además, el profesor ha de preocuparse especialmente por la motivación de sus estudiantes. Para ello, ha de plantear actividades atractivas y divertidas con las que disfruten aprendiendo y, además, se sientan implicados en los proyectos del centro.

Por último, es muy importante que el profesor se esfuerce para que haya un buen ambiente de clase, que el grupo esté unido y exista un clima de confianza entre los estudiantes y con el profesor. En mi opinión, en este tipo de enseñanza, que el profesor se preocupe por cómo se sienten sus alumnos y les ayude a conocerse, a valorarse y a quererse es, si cabe, aún más prioritario.



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