Didáctica. María Luz Valencia. Sesión 2 (18 de enero de 2018)
La segunda sesión con María Luz Valencia fue
acerca de la expresión oral y vimos muchísimas actividades que podemos utilizar
en nuestras clases.
De todo lo que descubrimos y comentamos en clase, me quedo con
dos ideas: por un lado, que las actividades tienen que contar con un vacío de
información real, y, por otro lado, que los profesores hemos de ser prácticos y
preparar actividades que se puedan usar en cualquier otro momento y con casi
cualquier otro nivel.
En primer lugar, en cuanto al vacío de
información, cuanto más real sea este, más interesante, motivador y
significativo será para el estudiante. Ahora pienso en cuantas veces les he
dado a mis estudiantes de español la típica hoja con vacíos de información que
tenían que completar con la información que les proporcionaba el compañero. La
verdad es que, al ser tan repetitivas, son útiles para practicar ciertas
estructuras gramaticales y vocabulario, pero es verdad que no son muy
divertidas para ellos. Ahora pienso que esta misma actividad se podría modificar,
añadiendo información más cercana, como información sobre ellos o sobre la
propia profesora.
En segundo lugar, el tema de la optimización de
las actividades me hizo pensar bastante. Tengo la sensación de que pierdo mucho
tiempo preparando mis clases: muchas veces pierdo más de una hora de
preparación por una hora de clase. Y confieso que más de la mitad del tiempo lo
pierdo buscando una actividad que me guste, en lugar de invertirlo en una buena
explotación y planificación de dicha actividad. Realmente esto no compensa, ni
en cuanto a la gestión del tiempo ni en cuanto al dinero. También me imagino
(¡espero!) que cuando uno lleva bastantes años como profesor, todo está más
claro y tiene su “mochila” llena de ideas y actividades que va reutilizando y
readaptando. En este sentido, considero que tengo que cambiar el tipo de
actividades que realizo por actividades más flexibles, válidas para casi
cualquier nivel, que consigan que los estudiantes hablen (y quieran hablar) mucho
a partir de un estímulo sencillo (una imagen, un vídeo…). Al fin y al cabo,
como comenté en la entrada anterior, la dificultad está en la tarea que les
pedimos a los estudiantes, no en el input. Que seamos prácticos y optimicemos
al máximo nuestro tiempo no está reñido con unas clases de calidad, bien
planificadas y bien planteadas.
En conclusión, es importante que los profesores
optimicen su tiempo y cuenten con un abanico de actividades que los acompañen a
lo largo de su carrera y que les permitan ahorrar tiempo, sobre todo a la hora
de pensar y decidir qué actividad realizar. En su lugar, es preferible que
invirtamos ese tiempo en adaptar las actividades a nuestro grupo concreto, en
acercarlas a su realidad para que sean más significativas y supongan un vacío de
información real que dé sentido a aquello que les pedimos que realicen.
En la próxima entrada os propondré una (o más)
actividades a partir de fotografías, por esto de empezar a aplicar la filosofía
MINIMAX ;) ¡Hasta entonces!
Rentabilizar o noso tempo é unha decisión vital, xa que terás que adicarlle moito tamén á corrección de traballo, á túa propia formación, ademáis de que, como lles digo aos meus alumnos, os profes temos o vicio de comer e durmir! Pouco a pouco a planificación faise máis doada porque imos aprendendo cales son as actividades que funcionan e cales non. Non te preocupes, que a mochila casi se enche sola!
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